Below I will provide information about my first
profession, which has allowed me to know a variety of topics, both general and
technical.
Translation in Chile, during
the 19th century and the beginning of the 20th, had among its purposes cultural
dissemination through books, brochures, and also through newspapers and
magazines, in which translators acted as intermediaries between the ideas and
foreign knowledge, mainly European, and the various groups of readers,
intellectuals, students and teachers.
A few years ago I read the
story of a Chilean translator who lived in the United States and worked in that
country as a translator, as well as a consultant, based on her experience
La traducción en Chile durante
el siglo XIX se concretó en un amplio abanico de producciones; versiones más o
menos literales de obras principalmente francesas e inglesas; literarias y
científicas; adaptaciones de textos de instrucción para el contexto educativo,
publicadas en libros o folletos; además de reescrituras e imitaciones, publicadas
en revistas y periódicos.
En este panorama, la
Universidad de Chile (1842-) jugó un papel fundamental como entidad supervisora
de las escuelas primarias, pues se ocupó de encargar y visar las traducciones
realizadas con fines educativos. Entre estas, se promovieron obras como las
versiones adaptadas para la lectura y aprendizaje gradual de niños de primaria
llevadas a cabo por Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) y Fanor Velasco
Salamó (1843-1907); o aquellas destinadas a la formación de profesores, como
Manual de preceptores (1845), en versión de Rafael Minvielle (1800-1887), o
Curso de pedagogía y metodología (1915), traducido por Brígida Walker (1863-).
En cuanto a esa especial forma
de traducción conocida como "imitación", que consistía en la versión
libre o reescritura del estilo de un autor o de una obra en particular, esta
característica se indicaba usualmente en los títulos de los poemas o en el
índice del medio en el que aparecían. Entre los intelectuales que llevaron a
cabo esta práctica, en periódicos y diarios como El Crepúsculo (1843-1844),
Revista de Santiago (1848-1855) y El Progreso (1842-1853), se hallan Jacinto
Chacón (1820-1898), Hermógenes de Irisarri (1819-1886) y Andrés Bello López
(1781-1865).
Sobre las imitaciones de
Andrés Bello se han realizado varios estudios que han puesto el foco en sus
reescrituras de Victor Hugo (1802-1885). Llevadas a cabo entre los años 1842 y
1843, estas han sido leídas, por un lado, como creaciones que pueden ser
consideradas parte integrante del corpus literario del principal redactor del
Código civil chileno y, por otro, como obras que se enmarcaban en las
controversias político-estéticas de creación de un lenguaje propio que se
fraguaron durante esa década en el Cono Sur.
Derivadas de estas discusiones
sobre una literatura y una lengua americanas que se vivieron en Chile en la
década de 1840, se propusieron a mediados del siglo XIX, instancias en las que
se impulsó la creación de una ortografía nacional, acorde con el uso del
español americano, que fueron lideradas inicialmente por el mismo Andrés Bello
y que luego continuó Domingo Faustino Sarmiento.
Estas ideas fueron promovidas
con mayor fuerza por el grupo de los néografos chilenos, quienes postularon la
necesidad de una reforma radical de la ortografía, basada solo en el criterio
de pronunciación de las palabras. Esta nueva ortografía, por supuesto, se
extendió también a las traducciones y demás publicaciones que realizaron. Un
ejemplo de ello es la reproducción de la traducción de Juan Antonio Pérez
Bonalde de The Raven de Edgar Allan Poe (1809-1849), la que reescribieron
completamente utilizando su propuesta ortográfica bajo el título de El Kuerbo
(Payàs, Gertrudis. "La Biblioteca chilena de traductores o el sentido de
una colección". Medina, Toribio. Biblioteca chilena de traductores:
ordenada por José Toribio Medina. Santiago: Centro de Investigaciones Diego
Barros Arana, Ediciones de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos,
2007, p. 53-54).
En el ámbito de los estudios
de las lenguas clásicas y la traducción literaria, en el año 1902, el sacerdote
chileno de origen alemán, Guillermo Jünemann (1856-1938), publicó en la ciudad
de Concepción una versión directa desde el griego de La Ilíada de Homero,
traducción que constituye el más temprano antecedente de una versión castellana
del clásico homérico en el contexto latinoamericano.
Gran parte de esta producción
realizada durante el siglo XIX y comienzos del XX fue catastrada por José
Toribio Medina (1852-1930), quien en 1924 publicó Biblioteca chilena de
traductores. Este catálogo reunió referencias de las traducciones llevadas a
cabo en Chile en formato libro o folleto entre los años 1820 y 1924. La mayoría
de estas obras fueron originalmente publicadas en francés, aunque también se
registraron otras traducidas del inglés, el italiano, el alemán, el portugués,
el catalán, el latín y el griego.
Entre los traductores que
registró Toribio Medina se hallan los nombres, principalmente, de intelectuales
que ejercieron este rol como un trabajo complementario al resto de sus obras,
entre los cuales anotó a Andrés Bello, Diego Barros Arana (1830-1907),
Guillermo Matta (1829-1899), Zorobabel Rodríguez (1839-1901), Nicolasa Montt
Barros (1857-1924), Eduardo de la Barra (1839-1900), José Antonio Torres
(1828-1864), Fanor Velasco, Hermógenes de Irisarri, Valentín Letelier
(1852-1919), Ernestina Pérez Barahona (1865-1951), Delfina María Hidalgo
(1862-1940) y Brígida Walker.
Este registro, no obstante, no
incluyó traducciones publicadas en medios periódicos, por lo que no aparecieron
todos los traductores que con su trabajo aportaron a la difusión de ideas.
Entre las más notorias elisiones, se encuentra el caso de Martina Barros
Borgoño (1850-1944), considerada la primera intelectual chilena y una de las
precursoras de los feminismos en Chile, quien, entre 1872 y 1873, publicó por
entregas en la Revista de Santiago (1872-1873) su traducción de The Subjection
of Women de John Stuart Mill (1806-1873), bajo el título La esclavitud de la
mujer. Tampoco incluyó las traducciones desde el castellano al mapudungun o
mapuzungun realizadas por Manuel Manquilef (1887-1950) de la poesía de Samuel
A. Lillo (1870-1958), ni sus traducciones desde el mapudungun al castellano
realizadas en el ámbito de los estudios de folclor hacia el comienzo del siglo
XX, publicadas por intermedio de la Revista de Folklore Chileno.
Cronología
1812 3 de septiembre. Aparece la
primera traducción de Camilo Henríquez en La Aurora de Chile del discurso
Aeropagita de John Milton.
1820 Se publica la traducción del
Diccionario portátil, filosófico-político nacional de Brobonet realizada por
traductor un anónimo y Un año de la vida del Emperador Napoleón hecha por D. J.
I., traducciones que se registran como las primeras en la Biblioteca Chilena de
Traductores de José Toribio Medina.
1842 Entre 1842 y 1843 aparecen
imitaciones de poemas Victor Hugo escritas por Andrés Bello en El Museo de las
Américas, El Progreso y El Crepúsculo.
1843 La Universidad de Chile se
hace cargo de la supervisión de las escuelas primarias.
1844 1 de enero de 1844. Jacinto
Chacón publica en el número 9 de El Crepúsculo "La tumba dice a la
rosa".
1844 Domingo Faustino Sarmiento
publica La conciencia de un niño y Vida de Jesucristo, traducciones del francés
para el uso de las escuelas primarias, que se continuaron utilizando en las
escuelas durante el resto del siglo XIX.
1845 Rafael Minvielle traduce Manual
de preceptores, con el subtítulo "Traducido libremente y adaptado para los
de las escuelas de Chile".
1846 Rafael Minvielle traduce El
libro de las madres y de las preceptoras. Sobre la educación práctica de las
mujeres, que adapta al contexto chileno, según "nuestras costumbres y
creencias".
1872 Martina Barros Borgoño
comienza la publicación de la traducción del libro The Subjection of Women de
John Stuart Mill, bajo el título La esclavitud de la mujer, en la Revista de
Santiago.
1886 Delfina María Hidalgo publica
una serie de traducciones de corte cristiano y moral en Valparaíso, entre 1886
y 1887.
1888 José Abelardo Núñez asume como
Inspector General de Educación y en este rol promueve la publicación de libros
para la lectura en las escuelas primarias, algunos de los cuales traduce él
mismo.
1890 Nicolasa Montt traduce del
francés Elena, de Mme. Gransart.
1895 Nicolasa Montt publica la
traducción de Tres meses de vacaciones de Nanine Sauvestre.
1899 Se publica la traducción de El
Demonio del dinero, por Enrique Conscience.
1901 Aparece el primer libro de la colección de
textos de lectura Curso moderno de lectura: libro I: los seis cumpleaños,
traducido por Fanor Velasco, del original en inglés Little Susy's Six Birthdays
(1853) de la estadounidense Elizabeth Prentiss (1818-1878).
1902 Guillermo Jünemann publica en
Concepción la traducción directa desde el griego de La Ilíada de Homero.
1903 Como continuación del Curso de
lectura moderna, Fanor Velasco publica la segunda y tercera parte Curso moderno
de lectura. El Libro II: Historias de aves i animales y el Libro III: las cosas
del aparador. Además, traduce Económica del comercio, traducción del libro de
Henry de Beltgens Gibbins y Nociones de filosofía natural del inglés Thomas
Henry Huxley (1825-1885).
1915 Brígida Walker, directora de
la Escuela Normal N°1, traduce Curso de Pedagogía y metodolojía de Jean Aubert,
bajo el título de Curso de pedagogía y metodología: adoptado por el gobierno belga
para el uso de sus escuelas normales.
1920 Ernestina Pérez Barahona viaja
por segunda vez a Europa. En Alemania, publica Lecciones de ginecología,
prologado por el doctor Leopoldo Lardau.
https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-598669.html#documentos
Consejos básicos para traducir
un texto
1) Analiza el texto original en su totalidad
Se recomienda leer el texto
varias veces para que te familiarices con ciertos puntos o ideas que vas a
necesitar a la hora de redactar como: el tema, el estilo, los términos
técnicos, el contexto social/cultural del escritor.
2) Obtén la idea general y la forma del lenguaje
Es indispensable saber cuál es
la idea principal, así redactarás con mayor facilidad. Del mismo modo, debemos
mantener el mismo tono del escrito y tener siempre presente a qué público te
estás dirigiendo. Puede ser que te estés refiriendo a un comité oficial o tus
colegas de oficina. Según el caso, podrás usar diferentes términos como “tú”,
“usted”, entre otros.
3) Pon a prueba tu conocimientos
Así como tienes que saber a
quién te vas a dirigir, debes conocer el lenguaje a emplear en la traducción,
por ejemplo: técnico, científico, literario, etc. Es normal encontrar algunos
tecnicismos cuando estamos haciendo la transcripción: subraya y anota las
palabras que desconozcas. Si el tema es totalmente nuevo para ti, te sugerimos
que investigues a profundidad acerca del tema y puedas obtener un mayor
entendimiento. Consigue ayuda de una persona que conozca de la materia para que
tengas una fuente confiable de apoyo. Buscar en internet también es una opción,
siempre y cuando sean páginas confiables.
4) Escribe sin detenerte para editar
Una de las situaciones que se
experimenta en el momento de traducir, es que te bloquees con una palabra que
no conoces en inglés. Puedes buscar su significado; sin embargo, si no captas
la esencia de la oración original, escribe tu interpretación acerca de lo que
quiere decir, de tal manera que sigas transcribiendo sin necesidad de parar.
Cuando termines de escribir, ten información a la mano para que puedas
corroborarla y así comiences a editar con más precisión lo que escribiste.
5) Si hay más texto traducido que en el
original, es normal
Cuando estés traduciendo,
notarás que en el texto que estás escribiendo existe una diferencia de tamaño
con el texto original. Es común que uses más palabras para transmitir una misma
idea de forma natural. Por esa razón, el texto traducido no será como una
traducción literal de lo que estaba escrito en inglés.
6) Adecua las frases con sus términos
respectivos
¿Tienes problemas de adecuar
algunos significados con sus respectivos términos? No te preocupes, existen
algunas palabras en inglés y en español, que se dicen casi igual. Buscar en
internet es una buena idea para encontrar y/o verificar las palabras técnicas
en inglés y conocer su similar en español (en el caso que exista). Por otro
lado, si conoces a alguien que conozca el tema, le podrías pedir ayuda.
7) Adapta el texto como un nativo de lengua
española lo interpretaría
Cuando conozcas sobre cómo
tienes que comunicarte y la forma gramatical en que lo harás, y dependiendo de
la libertad de la traducción, puedes agregar tu estilo de escritura al texto.
Redáctalo a tu manera para que se escuche o se lea de manera natural y esta se
diferencie del texto original.
Te será necesario usar
diccionarios tanto físicos como virtuales para emplear bien los términos que
usarás a lo largo del trabajo; si tenemos que buscar la traducción de una
palabra al español, utilizaremos el diccionario de Cambridge; si queremos saber
el significado de un término, usaremos el diccionario de la Real Academia
Española. Finalmente, también podremos usar un diccionario de sinónimos y
antónimos, para mejorar un poco el léxico.
8) No traduzcas literalmente,
interpreta sus significados
La importancia de la
traducción radica en cómo se interpreta un texto o una frase dándole una
coherencia en lo que se desea comunicar. No tienes que hacerlo todo al pie de
la letra. Expresa lo que quiso decir el autor. Si existe algún “idiom” dentro
del texto, búscalo en internet y dale forma.
9) Relee y revisa lo que has
escrito
Un buen consejo dentro de la
redacción en general, es dejar el texto “enfriar” por un momento y luego
revisar varias veces para que hagas las correcciones correspondientes . ¡Tómalo
en cuenta!
10) Sé fiel al escritor
Dependiendo del caso, puedes
agregar tu estilo o ser fiel al estilo del autor. Si optas por lo segundo,
trata de hacer lo posible tal y como el escritor narró el texto: usando sus
expresiones coloquiales, frases, etc. En pocas palabras, se el escritor usando
tu idioma natal.
My specialist teacher, when I studied translation, said:
Don't be "Tradutore Traditore", to translate is to bring the same
content from one language to another, as the author did it.
Fuentes: Información y experiencia personal
https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-598669.html
https://blog.britanico.edu.pe/10-consejos-basicos-traducir-texto/
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